Por Dra. Lizdelia Piñón
El ataque actual al currículo y a las iniciativas de diversidad, equidad e inclusión no es nuevo. Hace unos 20 años, tuvimos un ataque similar para prohibir la educación bilingüe en varios estados y debilitarla prácticamente en todos los demás. Grupos de “solo inglés” organizados en ciudades, condados y estados que proclaman que el inglés debe ser el “idioma oficial”. Esta pequeña minoría vocal se presentó en las juntas escolares y exigió ser escuchada, como lo estamos viendo hoy.
Veinte años antes, el Congreso de los Estados Unidos aprobó varias leyes que garantizaban el acceso de los ciudadanos a documentos públicos esenciales en idiomas distintos al inglés. Y un fallo esencial de la Corte Suprema de los Estados Unidos enfatizó que las escuelas deben proteger los derechos civiles de los estudiantes bilingües emergentes tomando las medidas adecuadas para atenderlos.
Investigaciones muestran que el aprendizaje bilingüe puede significar una mayor función cognitiva, mejores puntajes y calificaciones, mayor dominio del idioma y mayores tasas de graduación e inscripción universitaria. Y la investigación de Collier & Thomas (2009) demuestra que las aulas bilingües promueven la equidad en la educación y ayudan a reducir las diferencias de rendimiento.
Nuevamente, mientras la nación continúa debatiendo el papel de la raza en la sociedad, una minoría radical y ruidosa está decidida a convertir nuestras aulas en zonas de combate para sus feroces guerras culturales. Usan las redes sociales para difundir información engañosa, tal como lo hicieron los defensores de “English Only” a través de discursos y artículos hace dos décadas.
Los debates que actualmente se están extendiendo por toda nuestra nación están atacando la Ley de Derechos Civiles. Están lastimando a todos los estudiantes, pero más intencionalmente, están lastimando a los estudiantes de color. Como educadores, padres y defensores, no podemos permitir que décadas de arduo trabajo por los derechos civiles, diseñado intencionalmente para cerrar las brechas de rendimiento, sean interrumpidos por esta ruidosa minoría.
Preséntese en las reuniones de la junta escolar y hable. ¡Sea una presencia sólida y precisa en las redes sociales y comparta la verdad! Como dice Gloria Anzaldúa: “Haz el trabajo que importa; Vale la pena."